El subsecretario de Deportes de la Provincia, Luis González, recibió la visita del músico Daniel Ren, quién tuvo un pasado como pelotari hasta que una enfermedad terminó con su promisoria carrera. “Historias como estas hay muchas. El trabajo, el esfuerzo y el deseo de progresar, son los valores que deben impulsarnos para concretar nuestras metas, más allá de los obstáculos que tengamos en el camino”, expresó González.
Mueve su mano derecha por la botonera de su acordeón y se lo nota feliz. La música fue su pasión, esa misma que levanta de la silla a muchos entrerrianos en cada una de sus actuaciones. Daniel Ren es uno de los buenos exponentes musicales que tiene la provincia; oriundo de General Ramírez ha recibido muchos premios y formó parte de Festivales de primer nivel como Cosquín y otros similares que lo ubican en la primera plana de la música.
De la misma forma que hoy maneja sus manos para acariciar el acordeón, Daniel supo dominar la paleta y convertirse en una joven promesa del deporte entrerriano, hasta que un inconveniente de salud frustró su prometedora carrera.
“De chico siempre jugaba al fútbol, participaba de los torneos de barrio y de las actividades que había en la ciudad. A los 12 años me enteré por el canal local que estaba abierta la inscripción para jugar a la paleta y allí empecé. Estaba todo el día practicando solo y hasta pensé en dejar la escuela”, comentó el músico.
A los tres meses de haberse iniciado en la actividad, se realizó en Ramírez el Campeonato Argentino (año 1999) y quedó seleccionado para competir. Entre 25 parejas, finalizó en el 14° puesto y a partir de allí dedicó su vida definitivamente al deporte. Y al año siguiente, el Nacional volvió a disputarse en Entre Ríos y logró coronarse campeón.
Por un problema de salud que afectó su estómago, por recomendación médica, Ren tuvo que abandonar la paleta. “Me dejó mal la enfermedad, perdí mucho peso. Fue un golpe muy duro, la paleta era todo para mí. Estuve casi cinco años para recuperar totalmente mi salud. Es como una cuenta pendiente para mí”, cuenta el joven.
Ya repuesto, a los 20 años, Daniel quiso darle un cambio de rumbo a su vida y se dispuso a probar con la música: “Me fue muy bien. Me junté con un chico de la localidad que hacía humor, hicimos un dúo y empezamos a agarrar actuaciones todos los fines de semana. Cada vez era mayor la exigencia y debía practicar cada vez más para mejorar. Y así empezó a moverse mi carrera musical, con participaciones en algunos grupos y actuaciones en otras provincias”.
Respecto de sus comienzos en la música, Daniel hizo referencia al vínculo de su padre con el acordeón y recordó que “siempre hubo uno en mi casa y se escuchaba música alemana, ya que como ustedes saben Ramírez en una colonia alemana”.
En la actualidad, Ren ha podido volver a hacer actividad física; dos veces por semana sale a trotar y volvió a jugar a la paleta. “Mi trabajo (afinador de acordeones y profesor de piano y acordeón) no me permiten dedicarle mayor tiempo. Hoy necesito hacer las dos cosas y me siento muy bien, pero sé que debo optar por la música que es lo que hoy me hace salir adelante”.
El oriundo de Ramírez, cuyo ídolo del mundo musical es Ildo Patriarca, hoy toca como solista y también lo hace en el “Daniel Ren Grupo”. Ha podido viajar a varios países y estar en lugares que jamás pensó que iba a conocer. “En todo lo que hago trato de hacerlo al 100%, cualquiera sea la actividad. Lo mío en la música o en el deporte no es un don, es esfuerzo y perseverancia”, sentenció.
El Subsecretario agradeció la visita al intérprete y le dijo que su historia de vida debe servir como ejemplo para los chicos que se inician en el deporte: “Ojalá nuestro gurises aprendan de estas historias de constancia y tenacidad. Sin esfuerzo y dedicación es muy difícil alcanzar los objetivos en cualquier actividad”, aseveró González.
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