ARGENTINA VENCIÓ A HOLANDA POR PENALES Y ES FINALISTA DEL MUNDIAL TRAS 24 AÑOS

Tras igualar 0 a 0 en tiempo reglamentario y en la prórroga, la Selección ganó 4-2 la definición desde los 12 pasos. Sergio Romero contuvo dos penales y fue el artífice de la clasificación al partido definitorio, que se jugará el domingo en el Maracaná ante Alemania.

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 Argentina y Holanda no se sacaron ventajas. Jugaron un partido parejo, donde Holanda tuvo más la pelota, pero Argentina las mejores chances. Fue una partida de ajedrez, táctica y estratégicamente ideada por ambos técnicos. Y entre tanto anularse ninguno de los dos pudo concretar la ventaja necesaria.

Arrancaron los dos sumamente cautelosos. Como dos boxeadores en rounds de estudio, sin arriegar golpes para no recibir la contra y tratando de ver como se para el rival. Dentro de ese esquema, Holanda circulaba un poco mejor, más ordenado, pero Argentina parecía más punzante por el peso de las gestiones individuales, sobre todo de Enzo Pérez.

Pero a medida que el conjunto de Sabella fue asentándose y ganando confianza comenzó a progresar con firmeza ante un cojunto naranja que se replegaba. El fondo albiceleste transmitía confianza. Robben y Van Persie estaban bien congtrolados, Sneijder no gravitaba y eso permitía que desde el medio hacia arriba se trabajase con mayor comodidad en la búsqueda, paciente, inteligente, de aquellos que podían desequilibrar. Si bien Messi no aparecía haciendo diferencias, dejaba la impresión en cada pelota que tocaba que en cualquier momento podía aparecer la explosión.

En el segundo tiempo Holanda volvió a tener más la pelota. A Argentina le costaba recuperarla y cuando lo hacía no tenía receptores en la línea de avanzada. Había demasiado espacio entre el medio, Lavezzi e Higuáin. Messi debía retroceder demasiado para tomar contacto con el balón y cuando lo hacía le doblaban y hasta le triplicaban la marca.

Se juega Sabella haciendo ingresar a Agüero y Palacio por Enzo Pérez e Higuaín buscando mayor profundidad y también acortar esas distancias que no le permitían llegar hasta Cillessen. Robben no había aparecido en todo el partido, pero sobre el final de los 90 casi logra desnivelar. Sin embargo la paridad no se quebró y llegó la hora del alargue.

No cambiaron demasiado las cosas en el suplementario. El ingreso de Maxi Rodríguez por Lavezzi pretendía cumplir dos premisas: oxigenar porque el Pocho estaba muy cansado y tirar a Palacio más adelante para que Agüero tuviese más compañía. No hubo caso, aunque Holanda no inquietó, Argentina, que tuvo sus chances, no pudo. Y así llegó la cara y cruz de los penales.

Fuente: MinutoUno

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