El nene correntino trasplantado del corazón peleó por su vida durante dos meses, pero no alcanzó. Los padres escribieron en su Facebook, que seguían atentamente más de 20 mil usuarios: «No hay palabras para este triste final»
El «pequeño Leoncito», como solían decirle sus seres queridos en medio de la dura lucha que emprendió desde que fue trasplantado del corazón, murió esta mañana en el Hospital Garrahan, donde le hizo frente a una serie de complicaciones tras su intervención.
El paciente había sido operado durante 14 horas entre la noche del sábado 1 y la tarde del 2 de junio, pero en los últimos días sufrió varios paros cardíacos hasta que falleció hoy.
Patricia Leguiza, abuela de Renzo, agradeció a la sociedad por el respaldo recibido en la lucha por salvarle la vida y remarcó que su nieto «abrió muchos corazones».
La mujer también pidió a la gente tener conciencia de donar órganos, porque «no hay que esperar a último momento a dar vida cuando no se puede hacer nada más».
«Cuando los chicos están esperando un trasplante, le pido a la gente que no pierda tiempo, porque en el caso de Renzo estuvo siete meses en espera. El cuerpo sufre», aseveró Leguiza en diálogo con el canal C5N.
La abuela del niño indicó que Renzo tuvo «un ACV y paros cardíacos», por lo cual el «cuerpo lo siente», pero aclaró que el corazón que recibió en el trasplante «siempre estuvo firme».
Tras la muerte de su nieto, la mujer subrayó: «Estamos todos de pie para seguir con fortaleza».
El abuelo de Renzo, Jorge Ramos, dijo que el pequeño peleó hasta el final. “Pido que lo dejemos partir y ahora lo que hemos aprendido es que tenemos más chicos que necesitan una esperanza; pensemos que el trasplante mañana puede ser tarde; hoy es importante”, aseguró entre lágrimas.
Con mucha entereza, en la puerta del Hospital Garrahan, Ramos agradeció a los medios de comunicación porque una familia como cualquier otra contó sus problemas y logró la solidaridad de miles de personas.
“Este es el primer día de lo que nunca nos imaginamos. Ahora Renzo va a volver a su provincia para que descanse en paz”, completó.
A Renzo Antonelli se le detectó poco antes de su nacimiento una miocardiopatía, por lo que su vida transcurrió entre el Instituto de Cardiología de Corrientes y el Hospital Garrahan, y en noviembre el niño tuvo un accidente cerebrovascular que le había inhabilitado temporalmente la vista y el oído y paralizado la mitad del cuerpo.
La enfermedad congénita le impedía el normal desarrollo del miocardio, por lo que el músculo cardíaco no tenía fuerza para bombear sangre y oxigenar el resto del cuerpo.
El niño estuvo desde octubre en la lista de espera del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) y el 2 de junio recibió el trasplante de corazón. (Fuente: Infobae).
COMENTÁ LA NOTA