El gobierno de China anunció este miércoles un aumento de los aranceles a los productos que se importen desde Estados Unidos, elevándolos al 84%. Esta medida responde directamente al aumento del 104% en los aranceles sobre los productos chinos, los cuales comenzaron a regir el mismo día, como resultado de la decisión de Donald Trump.
Se trata de la cuarta subida consecutiva de aranceles en medio de una creciente guerra comercial, lo que agrava aún más la crisis económica global. Los mercados financieros ya reflejan el impacto de este enfrentamiento económico, con los índices futuros de Estados Unidos cayendo por encima del 1,7% tras conocerse la medida de Beijing. Mientras tanto, las bolsas europeas siguen con caídas superiores al 3%, mostrando el alcance global de la crisis.
El nuevo incremento de aranceles por parte de China genera incertidumbre sobre la posibilidad de que ambas naciones retomen las conversaciones para resolver sus diferencias comerciales, las cuales parecen cada vez más distantes.
Nuevas tarifas de EE. UU. y su impacto global
Una nueva ronda de aranceles impuesta por Estados Unidos entró en vigor en la madrugada del miércoles, intensificando aún más la guerra comercial con China y generando un fuerte impacto en la economía global. Esta medida, promovida por el presidente Donald Trump, aumenta significativamente las tarifas aplicadas a productos de más de 50 países, con un enfoque particularmente agresivo hacia el gigante asiático. Los productos provenientes de China ahora enfrentan un arancel acumulado del 104%, consolidando a este país como el principal objetivo de la ofensiva económica de Washington.
Estas nuevas tarifas reemplazan los aranceles generalizados del 10% que comenzaron a aplicarse el fin de semana anterior y que ya habían generado turbulencias en los mercados internacionales. A partir de las 00:01 hora de Washington de este miércoles, se activaron tasas más altas y diferenciadas para varios socios comerciales clave, entre ellos la Unión Europea, Japón, Vietnam, Argentina y Corea del Sur. Los aranceles varían entre el 11% y el 50%, dependiendo del volumen de comercio bilateral y el superávit con Estados Unidos.
China fue, sin lugar a dudas, el país más perjudicado por esta estrategia de incrementos escalonados de aranceles. Tras una primera subida del 34% anunciada anteriormente por Trump en respuesta a las represalias de Beijing, la Casa Blanca aplicó un nuevo aumento del 50%. Este nuevo ajuste se suma a los aumentos implementados en febrero y marzo, lo que eleva el arancel total sobre los productos chinos al 104%. Este aumento en los aranceles es una muestra más de cómo la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo sigue escalando, con efectos directos en los mercados financieros y la economía global.
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