El gobernador entrerriano aseguró que estaría dispuesto a ir como candidato a vicepresidente de algunos referentes del oficialismo, pero no de Scioli a quien volvió a cuestionar. Confía en revertir la desventaja en los sondeos.
-Dijo que Scioli «es un riesgo de volver atrás». ¿En qué concretamente?
-Él ha definido como estrategia agradar a todo el mundo y en los años que vienen, para cuidar los logros y profundizarlos, hay que tomar decisiones que van a tocar intereses.
-¿Usted tiene lo que le falta a Scioli?
-Por supuesto. Entre Ríos es la mejor expresión de las políticas públicas de estos años. Sin tener petróleo ni minería es la provincia que más creció, triplicó las exportaciones y aumentó un 54% la matrícula estudiantil.
-¿Scioli puede volver atrás con la Ley de Medios?
-Sí. Daniel no haría nada contra Clarín.
-¿Y en el tema de los fondos buitre?
-Hubiera seguido el consejo de los que decían que había que pagar.
-Pero si Scioli es todo eso, ¿por qué el kirchnerismo lo propuso dos veces para gobernar la provincia más importante del país?
-Era un buen elector. Pero lo que se va a disputar ahora es quién conduce institucionalmente el país.
-¿Y ahora no es lo mismo?
-No. Es imposible decir hoy que después de Cristina hay un elector imprescindible.
-Imagine que Cristina tiene los nombres de todos los precandidatos del oficialismo en una libreta y va anotando los pros y los contras de cada uno. A favor de Urribarri: Entre Ríos es la provincia que más creció. ¿A Miguel Galuccio se lo anotamos como poroto también?
-Sí, por qué no. La decisión la tomó la Presidenta. Pero la iniciativa de ir a Inglaterra a hablar con Miguel el 28 de diciembre de 2011 y contarle qué es lo que uno intuía que iba a pasar con YPF fue mía.
-Veamos la columna de los contras. En un escenario similar al que enfrenta hoy Cristina, en 2007 Jorge Busti lo eligió a usted como sucesor de su proyecto en Entre Ríos y a los dos años ya se habían peleado. ¿Es confiable?
-¡Sí, ciento por ciento! En 2008 [por el conflicto con el campo] cambió la historia del país. Busti se quedó del lado de los que añoran el país para pocos y nosotros nos quedamos en este otro lado.
-Otra contra es que Urribarri no mide.
–Mido más que lo que media Néstor cuando faltaba lo mismo que ahora. Hoy el 80% de los argentinos no sabe a quién va a votar. Es como preguntarle dónde van a ir de vacaciones en 2016.
-¿Por qué será que no mide?
-Porque nuestra prioridad fue gobernar y no estar todos las semanas recorriendo canales de televisión e invirtiendo sumas siderales en publicidad de un apellido o de una provincia. Ahora estamos haciéndolo, pero con el 1% de los recursos que destinan otros candidatos.
-Hagamos un juego: le pedimos prestada la lapicera a la Presidenta para armar la boleta del Frente para la Victoria y ponemos a Urribarri de presidente. ¿Con Scioli qué hacemos?
-Primero Ganarle. Después ocupará algún lugar en Deportes que es su fuerte [Se ríe].
-¿A Randazzo y Domínguez los mandamos a la provincia?
-Son dos muy buenos candidatos a gobernador de la provincia de Buenos Aires, si deciden serlo.
-¿Aceptaría terminar como vice?
-Hay dirigentes con los que he hablado sobre la necesidad de converger en algún momento: Julián Domínguez, Agustín Rossi, Jorge Taiana y Aníbal Fernández. Pero para analizar eso hay que transitar estos 4 o 5 meses y ver cuáles son las posibilidades de cada uno.
-¿Con alguno de ellos aceptaría ser vice?
-Si mide mucho más que yo, sí.
-Julio De Vido apoya su candidatura. Si usted es presidente ¿él sigue en el Gabinete?
-No lo he hablado con él. Pero hay algo que en la Argentina se tiene que valorar que es la experiencia y el conocimiento. Ese aprendizaje de tantos años en funcionarios del Gobierno amerita la posibilidad de que algunos de ellos continúen.
-¿Intentaría retenerlo?
-Sí, creo que es un funcionario muy valioso.
Fuente: La Nación
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