Emanuel Werner es la muestra perfecta de que realmente existe una nueva generación de jóvenes, capaces de impulsar y desarrollar lo que se propongan. Contó cómo fue crear una red social, insertar al mercado dos agencias de marketing, escribir un libro y hasta fundar su propia editorial. “Soy un emprendedor serial”, bromeó en serio. Además, no escatima al momento de hablar de política y economía en la Argentina, de las tendencias en consumos y de las características del mercado en la provincia.
«Pienso que si haces algo y resulta ser una buena idea, entonces debes hacer otras cosas increíbles; no lo pienses mucho tiempo. Sólo descubre qué es lo que sigue». La frase pertenece a Steve Jobs, quien fuera cofundador y presidente ejecutivo de Apple y uno de los máximos referentes en el mundo de las innovaciones tecnológicas, cuya capacidad emprendedora comenzó cuando apenas era un adolescente.
Sin dudas, la cita también es aplicable a la corta pero intensa vida de Emanuel Werner, un paranaense que con tan sólo 18 años ya fundó cuatro empresas, obtuvo un posgrado en Marketing Digital, escribió un libro y se proyecta hacia los cinco continentes. ¿Quién podría pensar que en una ciudad erigida bajo el sello del Estado y la rutina diaria de las tareas administrativas, también surgen como el ave fénix jóvenes millennials?
La era de internet, que caló fuerte en la sociedad a partir del nuevo milenio, trajo consigo a una generación, aquella que nació con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Emanuel es la muestra más cabal a nivel local de la explotación al máximo de estas capacidades. Con tan sólo 12 años creó Zokme, una red social tipo foro; dos años después emprendió Pyxis Digital, una agencia de diseño y gestión de redes con tracción local; al tiempo decidió vender la empresa y crear en Buenos Aires Next.ws, un emprendimiento de marketing digital más estratégico, apuntado a grandes empresas; en ese ínterin también obtuvo un posgrado en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), escribió un libro y lo publicó en By a Millennial, la editorial que creó. Todo eso, lo hizo en el lapso de seis años, siendo apenas un adolescente y estudiante secundario del Colegio Italiano Galileo Galilei de la capital entrerriana, donde se recibió en 2014.
INICIOS.
—¿Por qué a los 12 años decidiste crear una red social?
—A los 12 años decido crear esa red social porque estaba conociendo todo un mundo de internet, donde te iban asignando diferentes responsabilidades dentro de otras redes sociales. Llegó un punto donde me pudo mi espíritu emprendedor y dije: “Si estas personas lo pudieron hacer, yo también puedo”. Entonces creé esa red social, trabajé y formé mi propio equipo y ahí empezamos a difundirla.
—En concreto, ¿cómo fue formar ese equipo?
—No eran personas que yo conocía. Fue todo a través de internet. Eran personas que estaban distribuidas a lo largo de Latinoamérica, incluso España. Era un equipo de 10 moderadores que estaban depurando el contenido todo el tiempo y al mismo momento estaban incentivando la difusión de la página en otros medios. Pensemos que era una época donde Facebook recién se estaba iniciando, entonces era el auge de las redes sociales.
—Cada red social tiene su particularidad, ¿la tuya a qué apuntaba?
—La red social que yo había creado era de contenidos. Básicamente, se compartían películas, documentales, post con información, imágenes, juegos, en fin. Había unas 10 categorías donde el usuario era libre de generar el contenido que quisiera.
—¿Decidiste promover esta especie de foro por lo que hacías anteriormente?
—No. Yo con internet empecé desde muy chico, a los tres años. Fue cuando me pusieron mi primera computadora y empecé a aprender. Pero a los 12 llegó un momento en que, en base a mi historia personal, tenía la necesidad de crear una comunidad de personas. Ese era un poco el fin que yo tenía con el proyecto. Llegó a tener unos 9.000 miembros aproximadamente y tenía unas 35.000 visitas mensuales.
—¿Eran todos argentinos o la red traccionaba desde otros lugares?
—Estaba traccionando desde toda Latinoamérica. O sea, la mayor potencia la teníamos en la Argentina, donde estábamos entre los 300 sitios más visitados, pero al mismo tiempo, en países como Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú, estábamos entre los 500. Éramos bastante competitivos.
—Después decidiste cerrarla…
—Cerrarla implicó reunir a todo mi equipo, en ese momento el staff, y decirles: “Chicos, este proyecto si lo continuamos, hay que monetizarlo y empezar a traccionar”, porque a la inversión la estaba haciendo yo en ese momento. Fue un momento donde las redes sociales empezaron a transformarse. Llegó Facebook y Twitter con mucho más impacto. Y este tipo de red social de contenidos cerró en su gran mayoría, salvo una que queda hoy en día que es Taringa.
—¿Por qué no decidiste mutarla a lo que se venía?
—Porque el tipo de usuario que nosotros teníamos estaba acostumbrado a una modalidad de foro, que era donde cada uno publica algo, el resto comenta y le es de utilidad. En cambio, las redes sociales de ahora son mucho más 2.0, es decir, necesitan de mucha más interacción continua. Y el de mi red social no era un usuario propenso a aceptar esa mutación.
MARKETING.
—Entonces, cerraste Zokme y decidiste crear una agencia de marketing.
—Exacto. Estuve durante un año, hasta los 14, pensando qué podía hacer con todo eso que había aprendido. Decidí hacer una agencia de marketing y de desarrollo web en Paraná llamada Pyxis Digital. Primero hice toda la imagen de marca. En medio de eso, encuentro el equipo que me iba a respaldar. Tuve dos socios. Mientras tanto, me capacitaba a través de una modalidad de curso que se llama Mooc, que es abierto, masivo, disponible para todas las personas en forma gratuita, impartido por las mejores universidades del mundo y en Internet todo el tiempo.
—Una vez que empezaste, ¿a quiénes de Paraná empezaste a asesorar?
—Esa fue una de mis primeras experiencias comerciales. Empecé a recorrer la ciudad entera, de punta a punta, pateándola como se dice. Iba negocio por negocio, con una propuesta comercial. Les decía lo nuevo que estaba pasando, que era muy barato en ese momento hacer publicidad a través de las redes sociales, y que podía tener mucho impacto. Una de las cosas que yo les aseguraba era el retorno de inversión, que la plata iba a volver; algo importante para quien tiene su negocio. Entonces, empecé a tener varios clientes, desde gimnasios, restaurantes, hoteles, en fin.
—Con la agencia en marcha, ¿qué siguió después?
—Una vez que hice la agencia de marketing, lo que empecé a hacer fue crear un modelo de negocio, empezar a proyectarlo, empezar a ver las finanzas, a ver cómo se podía escalar. Salimos a buscar vendedores, desarrolladores y empezamos a crecer en números. La agencia duró aproximadamente dos años hasta que decido irme a vivir a Buenos Aires a los 17 años. En ese entonces, le digo a mi socio que prefiero venderla. Y con ese capital que habíamos reunido es que emprendo vivir en Buenos Aires y creo Next.ws, la agencia que hoy tengo y tiene un fin mucho más estratégico que la anterior. Ya instalado, empiezo a buscar clientes por Linkedin, que es la red social de profesionales, y al mismo tiempo por referencias que me iban dando mis propios clientes.
—¿Con qué grandes empresas trabajaste?
—Grandes empresas con las que trabajé han sido desde Claro, La Nación, Mercado Libre, diferentes grupos de bancos; prácticamente hemos asesorado a muchas corporaciones y muchos medios de comunicación. Lo hicimos de manera directa e indirecta, porque muchas veces las agencias trabajamos siendo contratados por otra agencia. Esa es un poco la dinámica que se maneja en Buenos Aires.
CRECIMIENTO.
—¿Cómo está creciendo Next en la Argentina y el mundo?
—Hoy en día Next está en una etapa de crecimiento en la Argentina. Estamos siendo cada vez más recomendados, lo cual está bueno. Pero al mismo tiempo, fue una agencia proyectada para crecer a nivel global. Entonces, ahora lo que queremos es desembarcar en Europa, Asia y Estados Unidos. Esos son los próximos tres objetivos y, a futuro en el largo plazo, en los cinco continentes. Esa es un poco la visión que tenemos como empresa.
—¿Cuánto facturan en el año?
—La facturación de la empresa es algo que no decimos, que es confidencial, pero sí te puedo decir que se manejan números importantes. El detalle que tiene la facturación es que como se hace de manera global y no siempre se trabaja desde la Argentina, lo más difícil es coordinar todo eso. Por ejemplo, hacemos trabajos en Estados Unidos y entonces lo más difícil es cómo manejar eso fiscalmente.
—Hay cruces normativos que deben estar atentos…
—Exacto. El comercio internacional es algo bastante complejo. Hoy en día el mercado de Argentina se está abriendo. Por suerte eso permite también pensar en nuevos horizontes. Pero también lo que permitió un rápido crecimiento es que la economía estuviera un poco cerrada y limitara la competencia en sí misma. Igualmente, como yo siempre digo, internet no tiene fronteras y cuando una empresa quiere desembarcar en un país, es relativamente fácil.
FAMILIA.
—¿Qué personas te ayudaron a emprender a lo largo de tu vida?
—Si yo tuviera que agradecer, le agradecería primero a mi familia, simplemente por apoyarme. Está compuesta por mi madre, mis hermanos y mi tío. Después le agradecería al Colegio Galileo Galilei por darme una formación con un pensamiento muy abierto, por tener la flexibilidad de permitirme capacitarme y trabajar, además de hacer el colegio. Y después otro de los agradecimientos es a todos los clientes que fueron apostando al proyecto y en definitiva son a quienes les debo la empresa.
—¿A qué se dedican los integrantes de tu familia?
—En líneas generales, mi mamá es empleada pública, trabajó en el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos. El que sí es empresario es mi tío, que es como una fuente de inspiración para mí por lo que él ha logrado. Pero básicamente esa pregunta suele estar dirigida a que si hubo alguien en la familia que me impulsó a seguir con un negocio familiar y no, no fue el caso.
—No todos los jóvenes que tienen tu capacidad cuentan con la solvencia económica para emprender. ¿Qué apoyo económico tuviste para emerger y crecer?
—Apoyo económico no tuvimos. Todas las finanzas de la empresa pasaron por cada cliente que íbamos teniendo. Mi apuesta fue no comprar demasiados recursos si todavía no teníamos demasiados clientes. Primero salimos a buscarlos y, una vez que los tuvimos, salimos a generar inversiones para ir aumentando esos clientes y poder responderles. Particularmente el marketing trabaja mucho sobre las capacidades intelectuales que tienen cada una de las personas y no tanto en los recursos y herramientas en sí mismas, porque con una computadora y reuniones ya basta.
DETALLES.
—¿Cómo es un día tuyo en la empresa?
—La empresa, si bien tiene su oficina y su lugar, trabajamos mucho a distancia. Tenemos gente de diferentes lugares de Latinoamérica que trabaja para nosotros y al mismo tiempo también trabajamos visitando a los clientes. Cuando no se pueden hacer visitas presenciales, funciona mucho Hangouts, que es como el Skype, pero de Google. A través de esa plataforma hacemos reuniones virtuales y vamos generando las diferentes propuestas. Básicamente trabajamos mucho a distancia.
—¿Y la oficina para qué está?
—A la oficina la uso para realizar reuniones. Pero siendo sincero, prácticamente la oficina no se usa. Cada una de las personas que trabaja para nosotros lo hace desde su casa. Cuando trabajamos con comercios, vamos a la oficina del cliente y el cliente nunca viene a tu oficina por cuestiones de tiempo y distancia. A nivel internacional trabajamos mucho con estas videoconferencias virtuales; entonces básicamente no se usa la oficina.
—Está todo en la nube.
—Sí, está todo en la famosa nube; las aplicaciones, todo lo que nosotros hacemos, está ahí. De todos modos, creo que lo más importante, por lo menos en mi rubro, es la formación y la práctica continua.
—Hablando de formación, ¿cómo es hacer un posgrado en cuatro meses?
—El ITBA lo que me permitió fue formalizar todo esto que ya había hecho desde los 12 años. Tuve que pedir autorización, justamente porque no tenía un título de grado, teniendo en cuenta la experiencia profesional previa y los conocimientos adquiridos. Eso me permitió hacer un posgrado en formato de diplomatura, intensivo, de cuatro meses, con un profesor que trabaja en Estados Unidos, con lo cual me dio formación muy estratégica. Además, estuve rodeado de gerentes, entonces, no sólo fue formación, sino working también. En paralelo a eso, surgió la idea de escribir un libro también, justamente para poder formar a otros.
EDITORIAL.
—Y además del libro, creaste tu editorial…
—Exacto. Básicamente, yo creo que soy un emprendedor serial, como se dice. De cada proyecto, creo algo nuevo. Cuando estaba creando el libro, estábamos trabajando con el concepto de millennial, de esta generación nueva. Entonces, cuando terminamos el libro lo titulamos “30 Días para Ser un Nativo Digital” y By a Millennial quedó como la plataforma para ese libro, que ahora le permite a otros jóvenes acceder a escribir sus propios libros y nosotros le brindamos el asesoramiento.
—¿Cuántos pibes se sumaron a publicar en tu editorial?
—A realizar publicaciones con mi editorial ha habido varios. Aunque básicamente nosotros no apostamos a que nuestro sello de marca esté en uno de sus libros, sino que apostamos al proceso de desarrollo del mismo. Es decir, trabajamos quizás en el largo plazo de la persona. Entonces, libros se han publicado muchos hoy en día. Lo que tiene internet de beneficioso es que, por ejemplo, Amazon o Google Play te permiten editar el libro en tiempo real. Entonces, nosotros lo que le decimos a la persona es que se anime, lo haga en tres meses y después lo vaya mejorando, que es lo que permite internet.
—¿Por qué no imprimiste tu libro?
—Al libro no lo hice en papel por una cuestión del mensaje que tenía hacerlo solamente en formato digital. Aposté a un mensaje de que “si querés convertirte en un nativo digital, empezá a usar herramientas de nativos digitales”. Entonces, está en formato online, lo que permite también escalarlo a nivel global, porque hacerlo físico te limita.
—¿Qué pensás del libro en formato tradicional?
—En los últimos cinco años, lo que se viene estimando es que está creciendo el libro digital, el e-books, pero el libro papel no ha descendido. Por lo tanto, lo que yo estimo, haciendo un poco de futurología, es que van a convivir los dos. Hoy en día por ejemplo se dice que van a desaparecer un montón de cosas, como la escritura a mano. Yo creo que en realidad van a transformarse en algo distinto.
—¿Cuántos jóvenes creés que pueden hacer al menos una parte de lo que vos hiciste?
—Yo creo que absolutamente todos, incluso no solamente los jóvenes. Cualquier persona puede emprender y desarrollar algo. Un caso reciente, por ejemplo, fue el fundador de Alibaba, que comenzó a cotizar en bolsa, superando a todas las empresas de Estados Unidos, siendo él de China. Él tiene alrededor de 50 años aproximadamente y dice que siempre es temprano para emprender. Yo creo que lo más importante es llevarlo a la acción. Las personas creemos que para armar el edificio más hermoso tenemos que tener todos los recursos disponibles y en realidad para empezar basta con colocar un ladrillo de la manera más perfecta posible para luego ir incorporándole otros e ir creciendo. Eso forma parte de la escalera que cada persona crea que puede ir desarrollando.
EL DATO
En 2015 disertó en TEDx UCES (Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales). Allí postuló que hay que distorsionar la realidad para crear nuevos paradigmas. “Los invito a que hagan de sus sueños una realidad, que la distorsionen, que creen lo que quieran crear. Ustedes tienen ese poder en la mente”, concluyó.
Los proyectos para los próximos 10 años
Para Emanuel Werner, no hay límites que nos lleven a lograr lo que uno se propone. Tanto así que la cotización de su empresa en las bolsas más importantes del mundo es parte de su prospectiva. “Hoy en día estamos lejos de cotizar en la bolsa porque tenés que manejar grandes volúmenes de facturación, tenés que tener grandes grupos de inversiones. Pero es la apuesta que hacemos a los próximos 10 años”, afirmó. De todos modos, eso no es lo único a lo que apuesta. Dentro de sus proyectos también está el poder instalarse en los cinco continentes, tener grandes empresas y ser a nivel internacional los referentes en marketing. En ese amplio abanico, incluso, planifica ser parte de algún cambio de paradigma global.
La mirada política y económica del país
Emanuel Werber dialogó sobre el escenario político y económico que se abrió en la Argentina a partir de la presidencia de Mauricio Macri. Reconoció que durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner tuvo la oportunidad de crecer a partir de las políticas nacionales que impedían la competencia extranjera, pero planteó que las perspectivas actuales son de mayor crecimiento a partir de la eliminación de determinadas trabas.
—¿Qué dificultades tenías durante el gobierno kirchnerista?
—En rasgos generales, te lo cuento desde mi industria más que del lado político. Nosotros por ejemplo no podíamos girar divisas afuera ni podíamos traer a la Argentina. Estábamos con complicaciones con Paypal, que es la plataforma de pago que nosotros más utilizamos. Entonces, no podíamos, por ejemplo, transferir fondos entre argentinos; teníamos que usar MercadoPago que es la opción local. Al mismo tiempo, estábamos un poco limitados en cuanto a diferentes trabas fiscales para ir formalizando distintos procesos, a medida que uno va creciendo. Esas fueron las limitaciones, como el lado b de lo que conté. Otra de las trabas que tuvimos fue que las empresas estaban en un momento de crisis, donde no había recursos, estaban sí o sí optimizando en las ventas. Eso, de alguna manera, nosotros lo tomamos como una oportunidad y lo que les asegurábamos era un retorno de inversión rápido.
—¿Y ahora cómo cambió ese panorama?
—Hoy en día ese panorama está cambiando gradualmente. Es muy reciente el cambio de Gobierno. Pero por ejemplo, un detalle, vos ya podés extraer divisas en el extranjero. Paypal ya está habilitando la plataforma para que puedas transferir fondos entre argentinos y puedas extraerlos en la Argentina. Entonces, a nivel de pago ese es uno de los primeros cambios. Después, otro de los cambios que vamos a vivir es un aumento de la competitividad, probablemente.
—Van a ingresar de otros países y van a competir directamente con ustedes.
—Exacto. Pero al mismo tiempo van a ingresar también nuevas marcas a la Argentina y vamos a poder brindarles nuestros servicios.
—Dijiste que años atrás las empresas optimizaban en ventas, ¿qué perspectivas ven para el corto y mediano plazo?
—Yo creo que hoy en día las empresas, si hay algo a lo que tienen que apostar es al marketing. Yo siempre digo que el marketing, cuando estás en tu mejor momento, solamente lo recomiendo para fortalecer la marca, pero no para optimizar las ventas porque te vas a saturar y no vas a poder satisfacer la demanda. Pero en los momentos de crisis el marketing es fundamental, justamente porque tracciona el consumo. Por eso es que una de las cuestiones que está funcionando hoy en día son los descuentos, los pagos en 12 cuotas sin interés. Esas son un poco las estrategias que planteamos a nivel local. En perspectiva, yo creo que las empresas y el ciudadano van a apostar al largo plazo.
—¿Cómo hacerlo justamente en este país?
—El argentino es muy cortoplacista y eso afecta y reciente mucho a la economía. Pasa que la economía trabaja de manera natural en el largo plazo. Y trabajar en el corto hace que se resientan ciertas partes. Pero igualmente yo apuesto a que la Argentina se va a empezar a mover. En estos últimos meses estuvo un poco congelado el movimiento comercial, pero se están viendo que empiezan de nuevo los movimientos en determinados sectores.
—¿Qué tiene hoy el marketing digital de plus que permite dar el salto de la crisis?
—Eso es lo increíble que me dio la Argentina a mí. Al tener una economía muy difícil, al ser muy complicado ser empresario en la Argentina, te permite ser muy creativo. Entonces, nosotros básicamente vamos a empresas donde hay muy poco capital para invertir, tenemos que optimizarlo y tiene que retornar rápido. Nosotros lo que hacemos es ver el mercado, ver cómo está funcionando, evaluar la cuestión cultural del momento, ver cuánto dinero hay disponible y lo invertimos, tanto en publicidades, creatividades, generar conversaciones, etcétera; es muy flexible. Lo importante también es no decir hoy en día que el marketing digital es lo único, sino que es un complemento de lo que venía pasando con el marketing tradicional.
El mercado de Entre Ríos
“La provincia de Entre Ríos tiene algo muy fuerte que es ser una gran comunidad. Es decir, es una provincia donde las personas están muy unidas, a diferencia de otras ciudades como Buenos Aires, Rosario y Córdoba que también estamos trabajando. Paraná lo que tiene es que el boca en boca, por eso lo trabajamos desde las redes sociales. Facebook te permite en menos de tres días llegar a más de 120.000 personas con quizás 1.000 pesos de inversión. Eso hace que esas personas se lo comenten a otras y eso genera como una gran comunidad. Entonces, hay mucha oportunidad acá en lo que es gastronomía, turismo local y regional y estética. Son los tres rubros que más se mueven por lo menos en Paraná”, analiza Emanuel Werner a la hora de pensar a la provincia como un mercado propicio para el marketing digital.
Bienes y servicios: cambios de consumos
Emanuel Werner es un joven experto en el marketing digital. Para ello, se mantiene permanentemente actualizado respecto a los cambios de consumos que se producen en la sociedad. Pero fundamentalmente, se ocupa de analizar las tendencias que se vienen y anticiparse a la jugada. Cuanto más rápido interprete esto, más competitivo será en el mercado y en las estrategias que le propone llevar a cabo a sus clientes.
“Hoy en día los cambios de consumos, desde mi perspectiva, están dados por gastos menores. Básicamente, el usuario no se anima a hacer grandes inversiones como la compra de una computadora, salvo que tenga 24 cuotas sin interés, que le permite estimar que con la inflación y la especulación se va a amortizar. Entonces, está más marcado en el consumo puntual, como la peluquería, salir a comer, hacer algo con mucha actividad local. Hoy en día el centro está en la actividad local y por eso se van a fortalecer bastante las economías regionales”, confiesa en la entrevista.
En definitiva, reconoce, se trata de la preminencia de los servicios por sobre los bienes. De hecho, para el Día de los Enamorados, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) relevó que el crecimiento de las ventas fue traccionado por restaurantes, hoteles, días de campo, spa y paseos. En cambio, para los clásicos locales comerciales de bienes finales fue un mal momento, con caída de los valores de ventas per cápita. Incluso, analizaron que sólo pudieron mantenerse en un nivel promedio gracias a que más personas se sumaron, lo que indica que aquí el marketing ha sido fundamental para impulsar el consumo.
En este sentido, Emanuel reflexiona: “Yo creo que los servicios hoy tomaron la posta. Ya no son tanto los productos, sino es la experiencia que va a vivir el usuario. Apostamos mucho más a experiencias. Y justamente, como quizás la economía en este momento no da para vivir una experiencia grande como un viaje, apostamos a las experiencias locales. Un caso que trabajamos hace poco son vuelos para tirarse en paracaídas. Eso tiene un costo de 1.500 pesos, que se puede pagar en 12 cuotas y se constituye en una experiencia única e inolvidable. A eso es lo que está apostando el consumidor promedio”. (Dos Florines)
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