Con el paso de otra semana sin precipitaciones, el balance hídrico se complica en la provincia y el área en sequía se expande. El panorama se está agravando para los productores agropecuarios, teniendo en cuenta que es un período en que los maíces transitan la floración y que ingresaron al mes de diciembre con reservas, pero las reposiciones pluviales han sido muy flojas, lo cual no se revertiría en las próximas dos semanas. En cuanto a la situación de la soja, también se llevará a un escenario problemático si se validan los pronósticos de lluvias nulas o muy modestas.
La situación retrotrae a lo que sucedió a comienzos de este año, en aquel período muy seco que se concretó entre febrero y mediados de marzo, una dinámica que es muy similar a la actual y que tendería a mostrar mejoras una vez transcurrida la primera semana de enero. Desde entonces los pronósticos deberían comenzar a mostrar una situación más húmeda.
Oscar Mildenberger, asesor profesional de La Agrícola Regional de Crespo, expresó que “estamos pasando por una seca muy fuerte, hace tiempo que no llueve con muchos milímetros que permitan acumular agua en el suelo. Han sido solo chaparrones, que permitieron estar por unos días mejor. Por lo tanto, hay una demanda muy significativa de agua, los maizales se están ‘secando’, porque no hay humedad debajo de la tierra y el ambiente lo demanda. Las plantas están afectadas en su desarrollo, muy comprometidas. Probablemente durante el fin de semana tengamos algún chaparrón, que no va a renovar lo perdido, pero al menos hará que no se siga perdiendo más. Desgraciadamente ‘La Niña’ está anunciada hasta mayo o junio, por supuesto que va a llover en el medio, claro que sí, pero los pronósticos son de lluvias escasas”.
Haciendo referencia a la siembra de maíz, el profesional explicó que “los más tempranos son los que más se pueden a salvar, mientras que los sembrados tardíos, llámese fines de septiembre u octubre, están sufriendo mucho, porque están muy sensibles y el impacto de esta falta de lluvia, en los mismos, es significativo”.
Por su parte, el Ing. Enrique Behr, profesional del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA Crespo), expresó que “los pronósticos que anticipaban un año con menos lluvias estaban y que están impactando de manera considerable en los cultivos. En algunos maíces, se están adelantando los trabajos de ‘picado’ como consecuencia del gran deterioro de la calidad que están sufriendo. El maíz, en el período de floración, que son alrededor de 15 días, está consumiendo 5 mm. diarios y claramente no tuvimos esa lluvia, ni tampoco estaba como reserva. Durante esta época del año tendría que llover entre 30 y 40 mm semanalmente, eso sería lo ideal y no se está dando”.
OPINIÓN DE UN PRODUCTOR
En este contexto, los productores se encuentran desesperados frente a la situación desalentadora que generan las escasas precipitaciones. Ernesto Schmidt, afirmó que “hace casi 2 meses que hace falta muchísima agua. El 15 de noviembre llovieron casi 50 milímetros, pero con las grandes temperaturas, ya prácticamente no quedó nada de humedad. Si no llega a llover pronto, las plantas se quemarán y no tendremos producción; en este momento lo que más necesitan las plantas para crecer y empezar a florecer, es agua, que es lo que está faltando. Esperamos con ansias que llueva, porque es nuestra única salvación. Hay gente que todavía pretende sembrar y no pueden, les resulta imposible, porque no hay nada de humedad, todo está muy seco. Sabemos que es algo que no podemos manejar ni controlar, pero es lo único que pedimos”.
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