De la Rosa, un ministro que suma rechazos antes de asumir

La designación del ginecólogo Ariel de la Rosa como ministro de Salud del gabinete del gobernador electo Gustavo Bordet suma más rechazos que aceptación. Sus últimas incursiones en la función pública no dejaron buenos antecedentes, según distintas fuentes consultadas.262553_tapa_1122015_124531De la Rosa es un dirigente del riñón de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN): en 2006 alcanzó el sillón de director del Instituto Obra Social de la Provincia de Entre Ríos (Iosper), la más grande prestadora de salud de la provincia, de la mano del gremio que dirige el diputado provincial José Ángel Allende.

En Iosper cumplió dos períodos como director: entre 2006 y 2010, y de 2010 a 2014. Este último año logró la segunda reelección, aunque después renunció para pelear la candidatura a intendente por el Frente para la Victoria, pero finalmente debió resignar esa aspiración.

Oficialmente, se retiró a cuarteles de invierno, aunque algunas fuentes dicen que consiguió un contrato en la Cámara de Diputados, que preside el líder de la UPCN.

“No ha sido alguien que haya aportado mucho a la obra social”, recordó un exdirector de Iosper que compartió gestión con De la Rosa. “Y me parece que no está a la altura de la situación como para convertirse en ministro de Salud. Es buena persona, pero no es un buen administrador. Si ustedes buscan en el archivo, van a encontrar varios problemas que ha tenido en el hospital, cuando fue secretario de Salud y también cuando estuvo en el Iosper. Ojalá Dios no lo bendiga con ese cargo”, deslizó.

No fue Dios: fue el gobernador electo quien este lunes anunció oficialmente que De la Rosa será su ministro de Salud.

De la Rosa fue secretario de Salud durante la segunda gobernación de Jorge Busti, pero salió despedido por la salida de emergencia.

Llegó para reemplazar a Víctor Commendatore, que no alcanzó a cumplir un año de gestión, y duró apenas un puñado de meses: Busti lo echó cuando supo que había firmado cerca de 1.000 contratos sin ningún tipo de justificativo ni autorización.

Una exsecretaria de Salud de la provincia hizo un recorrido por el itinerario en la función pública de De la Rosa, y lo juzgó muy negativamente.

Su paso por el Hospital San Martín terminó en escándalo cuando en 2007 la entonces directora y exesposa del ministro de Salud de Bordet, Sandra Roland, lo involucró en un sistema de triangulación de pacientes con el sector público.

Una exministra de Salud tampoco guarda buen recuerdo del futuro ministro de Bordet. “Es un demonio”, lo califica en privado.

En el Iosper, hay distintas voces que critican su gestión por el manejo de los contratos de prestación de medicamentos cuando fue director, aunque nunca hubo una denuncia concreta en su contra.

En la Centra de Trabajadores Argentinos (CTA) que conduce Esteban Olarán no se escuchan voces a favor ante la llegada de De la Rosa a Salud. Aunque de momento la entidad no ha tomado ninguna postura en forma pública.

Aumirá, de igual modo, un ministerio fuertemente endeudado, y superpoblado de funcionarios, herencia de quien en breve será su antecesor, Carlos Ramos. (EntreRíosAhora)

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