Mayo de 2021 fue el último mes en que se registró un aumento en el combustible en toda la República Argentina. A partir de entonces, el Gobierno congeló las pizarras de las estaciones de servicio. Es decir que hace siete meses que no sube la nafta, y para las compañías eso se empieza a sentir. En el último mes se empezaron a registrar algunos faltantes en estaciones de la región metropolitana de Buenos Aires.
Es que la brecha entre lo que inyecta el consumidor y lo que cuesta la logística les trae problemas a las petroleras. YPF, Shell, Axion Energy, Puma, entre otros, sufren complicaciones para abastecer. Lo cierto es que se les hace costoso importar a pérdida combustibles para abastecer su red local. Por eso, tratan de cuidar al detalle la logística de combustibles para no vender un litro más de lo que estrictamente se necesita para mantener abastecido el mercado.
Según relevó el sitio Econojournal, el atraso del importe en los combustibles en los surtidores locales es del 12%. Según explicaron, eso es lo que debería incrementarse el precio de las naftas y gasoil para recuperar el margen de refinación que tenían las petroleras en mayo.“Estamos trabajando con stocks de inventario equivalentes al 40% de lo que usualmente tenemos. Con estos precios, hoy es preferible no vender y esperar a ver qué pasa en la primera semana de enero, cuando debería haber algún movimiento”, les dijo una fuente de una petrolera.
“En realidad, el atraso del 12% en los surtidores es sólo para recuperar el margen de refinación que teníamos en mayo de este año. Si se apunta a actualizar los impuestos y a reconocer un precio más alto del petróleo a los productores, la suba de los combustibles que se necesita es mucho más alta, cercana al 25%”, reconocieron.
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