El pasajero, dueño del artefacto, tuvo que recibir atención médica por las quemaduras ocasionadas en una de sus manos.
El tenso momento causó miedo en todos los pasajeros y se puso en marcha el protocolo de seguridad, por lo que el avión fue desviado y tuvo que aterrizar de emergencia en Ezeiza.
Una vez en el Aeropuerto internacional, intervino personal de bomberos y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
Tras verificar la situación, luego de una hora y media el avión retomó el viaje con rumbo a Esquel, informó EQS.
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