Alex Sabbatini ganó el domingo los comicios locales en Uranga, un pueblo de apenas mil habitantes cercano a Rosario; superó al kirchnerismo por 186 votos.
Por José E. Bordón, para La Nación
No es muy habitual en esta provincia, pero sucede. El domingo, y por segunda vez en 22 años, otro joven de 22 años fue electo jefe comunal. Se trata de Alex Sabbatini, que tuvo el respaldo del 60 por ciento de los votos en el pequeño pueblo rural de Uranga, departamento Rosario, a 30 kilómetros de esa ciudad y a 210 kilómetros al sur de esta capital.
Sabbatini representó al Frente Progresista Cívico y Social, que a nivel provincial encabeza Hermes Binner -diputado nacional electo-. De los 844 electores, el domingo votaron 685 (81,16% del padrón). De ese total, 411 (60%) apoyaron al joven recientemente ingresado a la política. En segundo término se ubicó Juan José Soler, del Frente para la Victoria, que consiguió la adhesión de 225 electores (32,85%).
El joven presidente comunal, que asumirá sus funciones en diciembre, comentó ante la prensa que su intención es «cambiarle el perfil al pueblo». Para ello, dijo, «debemos generar atractivos», aunque no los enumeró.
Ante una consulta, Alex reconoció que «la campaña no fue fácil» y admitió que recibió «muchas descalificaciones» por el atrevimiento de ingresar a la política a tan corta edad, en un pueblo de características sociales conservadoras. «A pesar de todo eso, nuestra propuesta fue la que más llegó a la gente», concluyó.
El caso de Sabbatini recuerda al de Adrián Techtermann, un joven de apenas 22 años, que militaba en el Partido Demócrata Progresista (PDP) santafecino. El 8 de septiembre de 1991 fue electo nuevo presidente comunal de la localidad de Las Tunas, departamento Las Colonias, 46 kilómetros al oeste de esta capital.
Techtermann estuvo al frente del gobierno comunal a los largo de 10 años. Posteriormente se desempeñó como secretario de Bloque del Partido Demócrata Progresista en la Cámara de Diputados de la provincia y es miembro de la Junta Ejecutiva Provincial del PDP.
«Este es un pueblito de mil habitantes, así que en la campaña tocamos la puerta de cada casa», contó Sabbatini, explicando su estrategia de campaña. Y enumeró los principales reclamos de sus vecinos: arreglo de calles, más iluminación, separación de residuo, más actividades culturales y recuperación de espacios públicos.
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