Esta vez fue en Sir Leonard (La Paz), donde intervino la Policía y un médico veterinario, quienes no pudieron establecer las causas de la extraña muerte de una vaca, con cortes perfectos en la mandíbula y otros detalles inexplicables.
La Policía de Entre Ríos, a través de la Dirección Prevención de Delitos Rurales, informó sobre la intervención que tuvo la Brigada de Abigeato Interdepartamental –recientemente creada para cubrir el punto tripartito de los departamentos La Paz, Federal y Villaguay- en un nuevo caso de «vaca mutilada» o «muerte dudosa vacuna», que se suma a otros detectados recientemente en Entre Ríos.
Marcelo, un productor ganadero, relató a la Policia que estaba preocupado por el deceso de uno de sus vacunos que posee en su campo que está ubicado en Paraje Sir Leonard sobre la ruta 127 a la altura del kilómetro 115. Expresó que el animal no tenía signos de muerte por violencia pero llamativamente presentaba parte de su cabeza totalmente descarnada y prolijamente disecadas sus mandíbulas, cuando el resto del cuerpo se encontraba completo.
Ante lo raro del suceso acudieron al lugar el sargento primero Héctor Alem y el cabo Julián Centurión, quienes corroboraron los dichos del productor agropecuario: era un caso de muerte donde no había indicios de ser una carneada delictiva ni nada que se le parezca, tornándose muy dudosa la escena del hecho.
Esto requirió la intervención del veterinario policial Gerardo Genre Bert, quien con sus conocimientos profesionales examinó el bovino sin vida con signos de una aparente mutilación.
El dictamen médico arrojó «más dudas que certezas», informó la Policía, al no poder determinar a prima facie cuál fue la causal de la muerte animal, la cual estará sujeta a los estudios químicos de las muestras extraídas de sus órganos vitales; pero se descartó la mano humana.
Lo curioso del caso fue que le faltaba toda la musculatura de las mandíbulas inferior y superior, presentando solo en esa parte del cuerpo restos óseos disecados como si su deceso fuera de vieja data, cuando el resto de cuerpo recién empezaba a tener olor nauseabundo. Llamó la atención como en otros casos análogos la «faltante» de la lengua, ojo, esófago y tráquea, con huesos limpios al no tener restos de carne.
Asimismo el examen determinó la faltante de los órganos genitales, sin que existiera manchas de sangre en el suelo, ni en sus alrededores, teniendo el resto del cuerpo en condiciones normales, es decir, la vaquilla de 170 kilos estaba completa con toda su carne.
Al abrir la zona abdominal se constataron todos sus órganos sin ninguna modificación teniendo sangre coagulada en el corazón, no observándose indicios de una enfermedad. El propietario del vacuno presentó el certificado sobre su vacunación lo que sumó aún más dudas. (UNO)
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