La previa del Superclásico encontró a River Plate inmerso en un clima de profunda tensión y con una nueva y grave mala noticia: Facundo Colidio sufrió un desgarro y quedó totalmente descartado para el esperado enfrentamiento ante Boca Juniors en La Bombonera.

El delantero se lesionó en la reciente derrota ante Gimnasia y Esgrima La Plata. Los estudios médicos realizados el lunes confirmaron la gravedad de la lesión, que lo mantendrá alejado de las canchas por al menos tres semanas.
La baja de Colidio se suma a la preocupación que ya existía por Gonzalo Montiel, quien arrastra un esguince en la rodilla izquierda. El defensor, que no participó en el último partido, será exigido entre el jueves y el viernes para determinar si puede ser convocado para el domingo. Su presencia es, hasta ahora, una de las grandes incógnitas del cuerpo técnico.

En medio de este panorama, el plantel tuvo el lunes como día libre y retomará los entrenamientos el martes en el River Camp. El entrenador Marcelo Gallardo se encuentra sin margen de error: el equipo llega golpeado, acumulando una racha negativa de cuatro caídas consecutivas en el Monumental.
A pesar de las dificultades, en defensa hay un punto a favor: Lautaro Rivero, Lucas Martínez Quarta y Marcos Acuña no recibieron amonestaciones y están habilitados para jugar el Superclásico.
La línea ofensiva representa el mayor dolor de cabeza para Gallardo. Además de la baja confirmada de Colidio, el futuro de Sebastián Driussi es incierto debido a una distensión muscular, y está «más afuera que adentro» de la convocatoria.
De no contar con Driussi, el técnico deberá optar por reconfigurar el ataque, donde la opción más fuerte es alinear a Maxi Salas junto a Miguel Borja.
El delantero colombiano, que falló un penal crucial ante Gimnasia, se encuentra en el ojo de la tormenta y en medio de fuertes rumores de una posible salida del club. Tras el encuentro, Borja utilizó sus redes sociales para manifestar su sentimiento: “No quisiera estar pasando por este tiempo de desierto, pero esto aún no termina. Queda mucha historia por contar y tengo la certeza de que saldré victorioso”.
A la crisis futbolística se le suma el clima institucional. El flamante presidente, Stefano Di Carlo, quien recientemente criticó la actualidad del equipo («No nos representa»), habría decidido dejar en suspenso la definición sobre el futuro de Gallardo.
El «Muñeco» atraviesa su momento más delicado desde su regreso al club. Una derrota en La Bombonera podría ser el detonante que lo deje al borde de la salida, a pesar de la urgencia del equipo por clasificar a la Copa Libertadores 2026 y a los octavos de final del Torneo Clausura.
River inicia la semana más caliente del año con la obligación de dar un golpe de efecto anímico y futbolístico en el Superclásico para evitar que la crisis se profundice aún más.(TN)






























































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