Lo expresó uno de los cuatro asaltantes que el domingo a la noche irrumpieron en una casa de campo del departamento Paraná. Mientras picaneaban a José Sian, de más de 80 años, golpeaban a sus hijos que fueron quemados con una plancha.
«Bajale la potencia con el viejo porque lo vas a matar”. Cruel, frío y calculador, uno de los cuatro asaltantes que el domingo a la noche irrumpieron en la casa de campo ubicada a 10 kilómetros de El Pingo, en el departamento Paraná Campaña, daba órdenes sobre los límites de la tortura con picana, con la que uno de sus cómplices mortificaba a José Daniel Sian, de más de 80 años, para obligarlo a decir dónde guardaba su dinero.
El violento robo ocurrió el domingo a última hora, pero recién se conoció ayer, luego de que el caso trascendiera a través de la comunicación telefónica que Elonce TV mantuviera con Miguel Sian, sobrino del octogenario. Se supo que cuatro hombres con las caras tapadas con pasamontañas, armas de fuego, guantes y una picana eléctrica, sorprendieron a Sian, que vive en una casa de campo situada a 9 kilómetros al este de la ruta provincial 32, a la altura de El Pingo, localidad ubicada a unos 70 kilómetros al este de Paraná.
Las víctimas estaban a punto de ir a acostarse para descansar. Pepe Sian, un anciano productor conocido en Paraná Campaña, vive junto a sus hijos, Pedro Ramón y Daniel, ambos solteros y de más de 50 años.
Sian recuerda la hora exacta del hecho, porque apagó la radio después de escuchar el boletín informativo de las 21:00 de LT 14. Estaba sacando los perros al patio para cerrar la casa con llave y acostarse. Al abrir la puerta de la cocina, fue sorprendido por una persona que lo tomó de atrás y lo redujo, aprovechando la oscuridad de la noche.
“Dejá, loco”, le dijo Sian al desconocido, pensando que se trataba de algún vecino que le hacía una broma. Pero de inmediato se dio cuenta de que se trataba de un robo, porque llegaron otros tres desconocidos, y entre todos lo introdujeron violentamente en la vivienda.
Dentro de la finca los asaltantes se dirigieron a las habitaciones de Pedro y Daniel Sian, a los que también redujeron a golpes y empujones.
Durante casi media hora los Sian vivieron un infierno. Los ladrones los golpearon con dureza (a Pedro le bajaron varios dientes a trompadas), y comenzaron a exigirle dinero a los hijos, mientras realizaban descargas eléctricas en el cuerpo del anciano para amedrentarlos.
“Dónde tienen enterrados los dólares”, gritaba uno de los delincuentes, mientras otro les señaló a las víctimas una soga que colgaba del tirante de una galería y les advirtió que si no les daban dinero los ahorcarían a los tres.
Las víctimas buscaron todos los billetes que había en la casa. Según fuentes de la investigación, había plata en las habitaciones de cada uno de los Sian, y en total guardaban algo más de $45.000, que tenían destinados para el pago de un galpón que hicieron construir recientemente.
Se estima que los bandidos llegaron al lugar en un vehículo, cuyo conductor se alejó rápidamente, porque ya fueron al campo con el plan de fugarse en la camioneta de los damnificados. Así lo hicieron, y se llevaron la vieja Chevrolet roja, modelo 1971, que en horas de la tarde de ayer encontró la Policía en un camino vecinal que comienza en la Ruta Nacional 18 y conecta las localidades de Viale con Tabossi, debajo de un puente aliviador. Efectivos de la División Investigaciones trabajaron en el lugar recolectando huellas y realizando pericias tratando de lograr alguna pista que pueda dar con los autores del hecho.
Según publicó elonce.com, el modo de operar se presume que se trata de malvivientes con cierto “profesionalismo”. Sin embargo, algunas características del caso desorientan a los investigadores. Por ejemplo, que los ladrones se llevaran una bolsa con 50 kilos de azúcar, una caja con botellas de aceite y otros elementos de menor valor, que hacen pensar en la participación de ladrones de baja estofa.
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